Se llamaba David. Tenia 3 meses y medio, y era el mundo para sus padres. Y ese mundo se les ha ido por entre los dedos por esa jodida loteria que es la vida, en un segundo todo lo que creias tener se esfuma y te deja un vacio que te hace renegar de todo en lo que pudieras creer.
Y a los demas se nos queda un nudo en la garganta que a veces no te deja ni respirar, pero a sus padres les deja una pena infinita y un vacio imposible de llenar.
Lo poco que puedo hacer es darles animos e intentar estar a su lado.
Y lo unico que deja claro todo esto es que hay que aprovechar el momento, vivir la vida al maximo, hacer de cada segundo algo especial, SE FELIZ, disfruta el momento, porque un segundo, una chispa, lo cambia todo.
Para David, para sus padres, con todo el amor que podamos darles
